Cocina de Semana Santa - Espinacas con garbanzos - Fotografía de ©Jorge Garrido

Cocina de Semana Santa – El sabor de la tradición

La repostería de cuaresma y las recetas de vigilia, forman un gran capítulo de nuestra gastronomía: la cocina de Semana Santa

Recetas de abuelas

La primavera despierta pasiones, vidas y plazas. En pueblos y ciudades se vuelve a sentir la necesidad de salir a la calle, de nuestros paseos y la agradable sensación del Sol calentando la piel. Aquí y allá se ve un resurgir de costumbres que vienen al paso marcado por la Semana Santa.

Este año los primeros días de abril serán los encargados de sacar hermandades, cofradías, pasos y tronos para asombrar a propios y extraños. Los preparativos ya se van sucediendo entre ensayos, reuniones y traslados de imágenes. Se dedica el año entero para que todo sea perfecto durante unas horas.

Desde que comenzó la cuaresma he empezado a encontrarme, como cada año, con los carteles de cada pueblo, algunas exposiciones para ir preparando los ánimos y el mítico olor a incienso por muchos locales y barrios de Sevilla. Quizás sea este sentido y esta esencia, los que más fácil me hacen revivir emociones y recuerdos de años pasados.

A poco que se va convirtiendo en el perfume de estos días, se van despertando en mí las ganas de la Madrugá, de la música de tambores y cornetas, el tintineo de bambalinas, el sonido de los llamadores y la voz del capataz.

Cocina de Semana Santa – Windroseblog

Como no podía ser de otra forma, también nuestra gastronomía se viste con túnica y capirote para acompañar la marcha de sus costaleros.

Tradiciones tan antiguas requieren de los más elementales ingredientes en las sublimes combinaciones de recetas que se llevan guardando de un año para otro desde hace muchas generaciones.

Repostería de Cuaresma

La harina, la miel, las almendras, la canela, los huevos, el anís… son fundamentales y de primera calidad en nuestra cocinas. Con poco más de esta media docena de elegidos, cientos de recetas y nombres surgen en cada casa a lo ancho de nuestra geografía. Hay libros enteros y tratados que recogen en miles de páginas los detalles de cada lugar con sus variaciones marcando una identidad de pueblo y familia.

Torrijas por todo el país, piñonates en mi sierra, monas de pascua en el levante, buñuelos, panquemao en Valencia, pestiños andaluces, toña alicantina, rubiols en las islas mediterráneas, rosquillas, pestiños, florecillas, huesillos extremeños, virutas… ¡podría seguir esta lista durante casi una página!

Torrijas, piñonates serranos y carne de membrillo con cuajada – Fotografías de ©Jorge Garrido

Cada nombre, cada esencia incorporada, las formas y las maneras… un sin fin de combinaciones que marcan la personalidad de cada lugar. Una riqueza cultural, gastronómica y familiar que se vive entre aceites y masas, mientras se recuerda como lo hacía la abuela con su toque único. Son momentos en que varias generaciones se encuentran en las cocinas, se reparten las tareas y en familia se disfruta del placer de recordar otros años.

Después vendrán las procesiones, las tardes de café y dulces, el anís y alguna que otra visita que nunca falla al olor de tan exquisita repostería.

Cocina de vigilia

Más que un capítulo aparte, es todo un compendio de recetas y platos para los viernes de Cuaresma y el Miércoles de Ceniza. En la tradición cristiana el ayuno y la abstinencia de carne simboliza la purificación de cuerpo y espíritu.

Es tiempo de pavías, bacalao al ajo arriero, tortillas de patatas, aliños, arroz con leche, caldos caseros para recomponer el cuerpo tras las muchas horas siguiendo las imágenes y sus nazarenos. Y, como no, las exquisitas espinacas con garbanzos que hemos elegido para la imagen de portada de este artículo. En Sevilla y por todo nuestro sur, La Madrugá sabe a chocolate con churros y el Domingo de Resurrección a cordero pascual. Son postales de mujeres con mantilla, túnicas y los naranjos en flor perfumando las aceras.

La cocina se reinventa en platos «libres del pecado». Garbanzos con langostinos, canelones de atún, fideuá de verduras, pescados, arroces a la marinera… Muchos restaurantes reeditan sus cartas para estos días con sabrosas combinaciones donde no echar de menos la roja pasión.

Empanada de pulpo y mejillones, patatas viudas y chocos con alcachofas – Fotografías de ©Jorge Garrido

Disfrutar de lo nuestro

En estos días el turismo y la gastronomía van de la mano en un binomio difícil de separar. La explosión de la primavera brinda un tiempo maravilloso para disfrutar de la ciudad, la playa o la montaña. Cualquier destino es más que apetecible. Por supuesto yo me quedo siempre con los nacionales, ¡claro que hay que salir de nuestras fronteras! pero… ¿en Semana Santa? Soria, Zaragoza, Cuenca, Zamora, El Ferrol, Valladolid, Andalucía al completo, son destinos para conocer y disfrutar de sus tradiciones. El mundo puede esperar.

Una semana es justo eso, una semana. Siete días, desde el punto de vista de esta redacción, es mejor pasarlos disfrutando desde el primero al último, minimizando los traslados y valorando lo cercano, que tan desconocido es a veces.

Disfruten de sus pueblos y sus destinos; conduzcan con precaución o déjense llevar por un tren con el que descubrir el paisaje. La vuelta mejor que la ida: cargado de recuerdos, descansados y la maleta llena de quesos, vinos, chacinas y todos los tesoros de nuestra gastronomía nacional.

¡Salud!

Plaza de España - Sevilla
Plaza de España – Sevilla

Nota: Desde Windroseblog agradecemos a Virginia Fernández, correctora de estilo de este blog, los conocimientos aportados en estos textos; y a Jorge Garrido de ©Sierra.photo.blog, las fotografías de este artículo.

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