La deliciosa marca El Monumento, de Castaño del Robledo (Huelva), me ha vuelto a sorprender con su paté de castañas y jamón ibérico.
La fuerza de innovar
Siempre me ha atraído el equilibrio entre lo antiguo y lo moderno, entre lo de toda la vida y los nuevos tiempos. Hay un magia envuelta en comprensión, tolerancia y gran amplitud de miras cuando se consigue juntar el pasado, el presente y el futuro, en armonía.
La palabra simbiosis, entendida en su más amplio espectro, mucho más allá de la biología, es una de mis favoritas. La mutua ayuda, la cooperación necesaria y el bien común, a veces no queda tan claro en esta sociedad que parece premiar la competitividad feroz y desbocada. La abundancia de ideas, de recursos y oportunidades, está ahí para quien quiera mirar y ver.
En mi Sierra, como en cualquier otro lugar o paraje de nuestra geografía, coexisten dos mundos entrelazados: uno pone en valor todo el patrimonio natural, cultural y material, heredado de nuestro padres y abuelos; otro, tecnológico, nuevo y revolucionario, más cerca ya de nuestros hijos que de nosotros mismos, se abre rompedor y desconocido.
Este choque de ideas y civilizaciones, no siempre es fácil de entender y llevar. En esta contienda cultural hace de árbitro, además del sentido común, una innovación respetuosa y amable que facilite las cosas sin que por ello se tenga que perder el sentido de las mismas.
Esta innovación tecnológica también se coló hace tiempo en nuestro mundo de la gastronomía y, dicho sea de paso, no siempre con resultados apetitosos. Las buenas ideas, a veces son tan sencillas y buenas que no las vemos por mirar por encima de lo bueno y lo sencillo.
www.elmonumentoartesanal.com
Si no me fallan las cuentas, creo que esta es ya la tercera vez que traemos a las páginas de este Blog esta pequeña empresa de la serranía onubense. ¡Por algo será!
Hace ya un buen puñado de años, llamó mi atención con su Gelee de vino Rioja. Fué un descubrimiento delicioso y recurrente en mi cocina con el paso del tiempo. Después conocí a Teo, el maestro artesano que da cuerpo y alma a la casa. Visité su obrador, su pueblo, y volví a escribir un artículo de los más entrañables, serranos y apreciados de cuantos puedo recordar.
En esta ocasión, a decir verdad, no presento un nuevo lanzamiento o un sabor que yo acabo de conocer. No es así. Si me he decidido a emprender esta tercera «visita» a la casa de Teo, ha sido porque este producto se ha convertido con el paso de algunos años en un indispensable de mi despensa y mi mesa. Una apuesta segura con la que siempre sorprendo a los comensales que visitan mi casa.
Paté de castañas y jamón ibérico
La cosa es tal que así de sencilla: una exquisita mezcla presentada en el hexagonal tarro que ya forma parte de la identidad de este obrador. El mundo serrano, que reúne sus castaños y las dehesas donde se alimentan de bellotas los cerdos ibéricos, reunidos en un paté casi imposible de describir.
Hay que imaginar la potencia del mejor jamón del mundo, ibérico y de bellota, entrelazado y dando sabor a una base de castañas, dulces y riquísimas como sólo esta sierra sabe dar. El resultado es un paté fresco, muy jugoso y fácil de untar. Sabroso desde el primer momento, despierta los sentidos y el pensamiento en el armonioso juego de reconocer cada sabor como único y la mezcla como exquisita.
Ideas que perduran
Teo lleva ya más de 20 años entre sus cazuelas y ollas preparando sus recetas y conoce las proporciones justas para cautivar los paladares más exigentes.
La fuente rica, natural y sostenible que le brinda la Sierra de Aracena, es de entrada uno de los mejores lugares de donde surtirse de las materias primas necesarias para sus creaciones. Pequeños huertos ecológicos, cientos de castaños centenarios, las setas de temporada y toda la calidad del sector porcino que crece bajo las encinas, son el mejor modo de empezar a elaborar sus creaciones gourmets.
La calma de su pueblo, Castaño del robledo, invita a vivir de espaldas al reloj. Hacer las cosas en su momento y con su tiempo, dejando al sol y a las estaciones que sean los únicos que marquen el compás, es fruto seguro de acierto.
Sus creaciones llegan ya a muchas de las tiendas gourmets de todo el país y son fáciles de encontrar.
Don Jamón y doña Castaña
Esta mezcla de dos grandes, de don Jamón y doña Castaña, este casamiento, fue sonado y celebrado por mí como una de las mejores bodas a las que pudiera asistir. Conociendo bien y en soltería (si se me permite continuar con la metáfora), a tan atractivos contrayentes, una feliz vida cabe esperar llena de celebraciones y buenos años.
Servir una mesa, desde mi punto de vista, es un equilibrio de fuerzas organolépticas que no se debe de tomar a la ligera. Lo nuevo y lo tradicional, lo de siempre y lo desconocido, son energías que se deben de tener muy en cuenta. Su justa medida o la supremacía de una u otra, habla de nosotros mismos como un libro abierto fácil de leer por quien conoce el lenguaje.
Este paté que he querido traer hoy, se queda en mi casa como uno más de la familia, perfecto tanto para disfrutar su degustación en solitario, como para compartir la experiencia con mis invitados. Orgulloso y cercano, me gusta presentarlo con la tranquilidad de que será un acierto comentado con un sabor digno de recordar.
¡Salud!
Nota: Desde Windroseblog agradecemos a Jorge Garrido de © Sierra.photo.blog, las fotografías de este artículo.
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