Elaborada con las manzanas del Principado, la Sidra Asturiana es un icono de la Comunidad junto al método del escanciado para llenar el vaso.
Las cosas por su nombre
Con cierta frecuencia (cada vez más), me voy encontrando en las cartas y pizarras de restaurantes y bares, con alimentos a los que llamativamente se les ha respetado su nombre completo. El valor añadido de estos «apellidos» parece que empieza a tener la consideración merecida.
Hace algunas semanas paseaba por el casto antiguo de Bilbao y al llegar a la terraza de un local, me fije en el tablero que anunciaba las especialidades de la casa. ¡Qué gran orgullo sentí! Como si fuese algo mío, me deleité con la lectura en letras grandes y claras de aquellos platos, encumbrados a manjares, tan sólo con mencionar su origen único.
Más o menos decía algo así:
— Ración de Jamón Ibérico D.O. Jabugo —
— Cecina de León (I.G.P.) —
— Morcilla de Burgos (I.G.P.) —
— Salchichón (I.G.P.) Vic —
— Mejillón de Galicia (D.O.) —
…
Por supuesto la lista era mucho más larga, pero como muestra bastan estas líneas para entender y abrir boca.
Sin pensarlo dos veces me senté a una mesa dispuesta para la cena y pedí la carta. Aún mayor fue mi disfrute, cuando la lista de los platos indicaba el origen de casi todos los ingredientes, anunciando, cómo en un relato del tesoro de las Mil y una noches, muchas de las Denominaciones e Indicaciones Geográficas españolas.
Una nota al pie de cada página, dejaba a disposición de los clientes, poder solicitar las etiquetas originales de cada producto. He olvidado el nombre del lugar, pero sí recuerdo, que durante la mañana había un mercado de flores justo al lado.
Como en un viaje dentro de otro viaje, un ascenso por cada uno de los cielos concéntricos que Dante recorriera en su Comedia, así pude yo sentirme y disfrutar de aquella cena. El valor añadido a cada receta, en aquellos alimentos con nombres y apellidos, daba por sentado que todo era delicioso. ¡Qué gran lección de marketing!
Es un placer en un país tan rico como el nuestro poder llamar a las cosas por su nombre. Sin lugar a dudas este es el espíritu que reina en nuestro blog. Estos títulos, en muy pocas palabras, reúnen tradición, personas, y artes afines.
Carnes, pescados, legumbres, quesos, frutas y vinos nacen cada año en muchos lugares únicos y con sabores inimitables.
En esta larga lista de más de 300 referencias, hay una especialidad única en su clase que hace sinónimo y bandera de su región.
D.O.P. Sidra Asturiana
La llegada del otoño en el Principado de Asturias es sinónimo de que una nueva campaña en la producción de Sidra Asturiana está por comenzar.
Con Denominación de Origen Protegida desde el año 2002, esta tradicional bebida elaborada a partir de manzanas; es bien conocida en todos los países de Europa occidental desde tiempos a.C.; si bien es cierto, que es en esta región española donde logra alcanzar las cotas de calidad más altas y se ha convertido en signo de identidad propia.
En la actualidad, hay más de una treintena de lagares ubicados por toda la geografía asturiana; recogen desde el mes de septiembre una producción de manzanas de unas 76 variedades, cosechadas en unas 1000 hectáreas; comenzando la elaboración del mosto con el prensado de la fruta, pasando después a la fermentación, el trasiego de los caldos y culminando con el embotellado del néctar.
Oscilando entre los 4º y 6º de volumen alcohólico, la Sidra Asturiana tiene un carácter refrescante, con tonos verdes y dorados superiores a las elaboradas en otros países. Es de sabor fresco y ligero, con denominaciones “seca”, “semiseca” o “dulce” según su presencia de azúcares; y aroma limpio a manzanas recién cosechadas. “Natural”, “natural filtrada” y “espumosa”, son las tres variedades de elaboración que se reconocen por el Consejo Regulador de la D.O.P.
Según las cifras del pasado año facilitadas por la D.O.P., el aumento en la producción ha sido prácticamente constante en la última década. En el 2019 casi se alcanzan los cinco millones de botellas certificadas, siendo la Sidra Natural Tradicional la principal referencia de ventas. Como dato curioso, destacar que mientras los asturianos prefieren su Sidra Natural, el resto de España de decanta más por la espumosa. Los tiempos cambian, y las tendencias parecen ser similares a la del vino.
Escanciando la tradición
Esta icónica forma de servir la sidra, forma parte de la imagen asturiana del producto. Haciendo caer con fuerza el líquido desde la botella, al llegar al vaso choca en las paredes y el fondo «despertando» todas las cualidades organolépticas. El sonido de esta práctica y el arcoíris de color que vuela en cada diminuta gota, forman parte también indisoluble de la D.O.P.
El escanciado da ese toque final tan asturiano a la sidra. Esta singular forma de servirla que despierta en propios y ajenos la admiración del método, reúne en concursos anuales a maestros de esta técnica, que compiten demostrando su habilidad y destreza en el arte de servir la Sidra Asturiana.
Asturias se toma con sidra
Como creo haber ya mencionado hablando sobre otras Denominaciones de Origen asturianas, es en el Principado el único lugar en que olvido el vino para acompañar la mesa. La singularidad de la sidra y su excepcional identificación con esta región, la hacen una anfitriona de lujo para la gastronomía de calidad en esta tierra del cantábrico.
La Asturias de los mil quesos, con su Afuega´l Pitu y Queso Casín; con su Fabada, su Chosco y su Ternera; en mi mesa siempre se acompaña con el sabor cercano de la Sidra.
¡Salud!
Para estar al tanto de novedades, no dejes de leernos.
Si tienes alguna duda o aportación, te leemos en los comentarios.