Uno de los grandes platos de la mesa española no habría llegado tan lejos si no fuera por la calidad y distinción de su ingrediente básico: la faba asturiana, con Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) desde 1996 salvaguardando la máxima calidad de esta variedad tradicional de judía de color blanco cremoso denominada como «Granja Asturiana«.
Faba asturiana con Indicación Geográfica Protegida
Cosechada por el hombre desde hace unos 9.000 años en su multitud de variedades de formas y colores, su consumo en Asturias se remonta como mínimo al siglo XVI del que se sabe con certeza que se cultivaban y se consumían.
Hoy en día cerca de 2.500 hectáreas están dedicadas a su producción en los campos del Principado. Faba a faba, gramo a gramo; unos 50.000 kilos se producen cada año etiquetados con el sello de máxima calidad distintivo de la I.G.P. que garantiza su origen y excelencia.
«Decenas de recetas»
Desde la tradicional y consensuada fabada asturiana con su chorizo, su morcilla, su tocino y su lacón; hasta las fabas con almejas, con setas, con perdiz, mariscos o conejo; decenas de recetas ensalzan las cualidades de esta legumbre que sabe aportar a cada caso la esencia de su sabor y textura creando con casi cualquier ingrediente de nuestro cocido un plato de cinco estrellas.
Por supuesto, sea cual sea la composición de nuestro plato, a su lado, una copa de sidra asturiana para culminar el placer de la buena mesa.
Más información en www.faba-asturiana.org
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