Aunque existen productos más o menos similares en distintas regiones españolas y portuguesas, es en El Bierzo donde este tradicional embutido viste sus mejores galas con un sello de calidad reconocido por una Indicación Geográfica Protegida.
La atenta supervisión de un Consejo Regulador que controla y evalúa hasta el último detalle en su producción.
Su forma y aspecto exterior vienen definidos por la forma de la tripa (ciego), siendo ovalada con un color rojo-plomizo. Tiene un peso entre 500 y 1600 gramos, una consistencia más bien firme y un aroma intenso a embutido adobado y ahumado.
Está elaborado principalmente de rabo y costilla de cerdo y en menor cantidad puede llevar carrillera, lengua, paleta y otras partes poco descarnadas.
El proceso suele durar un mínimo de cinco días durante los cuales tras seleccionar las carnes y adobarlas, son embutidas en los ciegos de cerdo, pasando después por el ahumado con leña de roble y encina y culminando con el secado, donde elimina el agua y la pieza adquiere consistencia.
Existen toda clase de platos y preparados elaborados a partir de botillo, que por esta comarca de León son bien conocidos y apreciados.
Suele presentarse cocido, acompañado por legumbre, patatas u hortalizas. En su sabor resaltan las especias y adobos utilizados, presentando una textura hebrosa y jugosa, no homogénea. Es el plato típico invernal de fiestas y celebraciones y tiene un buen maridaje con los vinos de la zona.
Más información en www.botillodelbierzo.es
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