En estos días levantaremos nuestras copas en más de una ocasión para ofrecer nuestro brindis y brindar.
Brindando deseos
A menudo me encuentro pensando en la cantidad de magia que encierran los actos más pequeños.
Dar un beso a alguien querido, un abrazo a un amigo, estrechar las manos al cerrar un trato… Sin darnos cuenta, existen todos los días momentos en los que los gestos y las costumbres nos ayudan en «hechizos» y rituales invocados sin palabras.
Son costumbres que hemos heredado de nuestros padres y que sin más usamos en nuestra vida.
En este blog centramos nuestra atención en la mesa. Además de los productos con que la servimos, se extiende un arte en ritos, maneras y fórmulas que nos identifican en nuestras creencias y deseos.
Brindar, no sólo en los grandes momentos sino casi de forma más cotidiana, se está volviendo una costumbre en mi vida que me ayuda a apartar la vulgaridad y atraer reconocimiento a los pequeños momentos.
Un brindis por la historia
Son muchas las tradiciones, las creencias populares y las históricas que sobre el origen del brindis podemos encontrar en internet. (Si deseas conocerlas te dejo este enlace.)
Hoy, por no alargarnos demasiado, nos vamos a quedar solo con una, de origen Vikinga y que me ha resultado la más carismática: El vino hay que disfrutarlo con los cinco sentidos. Al chocar nuestras copas el oído también toma su parte.
Magia y deseos
La energía existe y está presente por todos lados. Esta frase ya no solo es una creencia milenaria en nuestra época llena de campos magnéticos y eléctricos, que hemos aprendido incluso a medir.
Nuestro cuerpo y cerebro los produce en abundancia. La chispa de vida corre por cada nervio y neurona.
Los pensamientos, la mente, saben condensar todo estos flujos. Quiero creer que al tocarnos, al unir nuestras copas sujetas por nuestras manos, esa energía se libera y se comparte. Los deseos se lanzan más allá de nosotros mismos de forma real.
Toda esa voluntad salta de uno a otro justo en el momento en el que suena el “chinchín” en las copas.
Vamos a brindar en familia, con amigos y compañeros de trabajo. Vamos a dejar que fluyan los deseos para estos días y el nuevo año que comenzará pronto.
¡Salud!
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