Una dulce consonancia, un inocente ceceo, son suficiente para captar mi atención. I.G.P. Cecina de León desde siempre y certificada desde 1994.
Esos días especiales
Un año posee 365 oportunidades para el buen gusto y la distinción en la mesa.
Son muchas las ocasiones para recibir a familia y amigos alrededor de un mantel cubierto de pequeños grandes detalles que quedarán en la memoria para siempre. Las vacaciones, los cumpleaños, los reencuentros y esas fechas tan señaladas, son la mejor oportunidad y excusa para hacer de lo cotidiano toda una gran oportunidad única e inolvidable. Un desayuno, una comida o una cena pueden ser nada más y menos que eso o transformarse en verdaderos viajes y recorridos gastronómicos del mayor encanto y seducción.
La fascinación ante unos platos e ingredientes elegidos con mimo y buen ojo, forma parte de ese hechizo, esa sugestión que nos gusta transmitir a nuestros invitados. La exclusividad de cada sabor, su presentación y su viaje hasta nuestra mesa, también hablan de nosotros mismos.
Por supuesto que hay grandes clásicos que no deben faltar en la mesa, pero para sorprender, basta con la originalidad y el amplio abanico de posibilidades que nos brinda la despensa española.
Varios cientos de alimentos son los que suman el ranking de Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas. Lejos de ser en exclusiva para sus zonas regionales, Internet nos ofrece la maravillosa oportunidad de poder comprar casi todos y tenerlos en pocas horas en casa, llamando a nuestra propia puerta, conservando toda su frescura y al mismo precio que si estuviéramos en las fábricas. Aprovechar esta magia de la tecnología y la logística de nuestros días es un placer al alcance de todos.
Lo mejor de mi casa
Desde este Blog siempre he tratado de defender y situar la pureza de los grandes sabores por encima de esas recetas laboriosas y complicadas. En cualquier caso, que cada cual en función de sus conocimientos y habilidades, actúe en su cocina.
Por estas fechas, casi todos los años tengo el enorme placer de reencontrarme con algunos amigos a quienes el trabajo les ha llevado a vivir lejos de su tierra. Son emociones muy intensas y ofrecer lo mejor de mi casa, de mi hospitalidad, no es una obligación; al contrario, es un más que agradable placer poder compartir mis «tesoros» con las mejores personas que he conocido.
I.G.P. Cecina de León
El placer de las carnes curadas es ancestral y exquisito por toda nuestra geografía. Hoy traigo hasta las páginas de este blog una que cada vez más atrae mi atención. Con ojos de enamorado intentaré transformar estas líneas en prosa poética para captar y transmitir esta roja pasión que sacude mis instintos.
Una dulce consonancia, un inocente ceceo, son más que suficiente para captar mi atención. Cecina de nombre propio, heredado de la lengua céltica; y «de León» como apellido señorial; incorpora desde 1994 el nobiliario título de Indicación Geográfica Protegida, salvaguardando su cuna y linaje.
Ya en siglo IV a.C. la escuela de Séneca describió el proceso de elaboración y conservación de estas carnes de vacuno, aunque no sería hasta llegado el siglo XVI, cuando su consumo empezaría a popularizarse por las tierras de León, que con su clima seco y sano ofrece un marco inmejorable para el curado de las piezas.
2 semanas de ahumado y 7 meses de bodega
Solo esta provincia (León) y las carnes elaboradas 100 % en su geografía, pueden lucir orgullosas el marchamo de sello oficial de la I.G.P. Se utilizan los cuartos traseros del ganado vacuno autóctono de las razas Rubia gallega, Parda Alpina y Frisona. Solo los cortes de mayor calidad: tapa, contra, babilla y cadera, se eligen para las piezas.
I.G.P. Cecina de León posee en el paladar un notable toque a madera, como resultado del proceso de ahumado con leñas de encina y roble que dura entre 12 y 16 días. El peso de estos cortes oscila entre los 3 y 5 kg alcanzando el grado óptimo de maduración tras un mínimo de 7 meses de secado en la bodega.
Poco salada, de color cereza y granate y con el inconfundible sabor de su ahumado, la Cecina de León es rica en elogios y cualidades. Su alto contenido de proteínas, fósforo y zinc son fuentes de salud para cualquier dieta sana y equilibrada. El notable aumento de las certificaciones por el Consejo Regulador, que se acerca a las 90.000, es claro indicador del triunfo de este sabor auténtico y tradicional. Nuevos formatos loncheados y adaptados al consumo directo, sellan la clave del éxito que se extiende cada vez más por los mercados selectos que buscan la calidad por encima de todo.
Roja pasión – Coloreando mi mesa
¡Innumerables son las recetas para cocinar la cecina y presentarla acompañada con todo lo que la imaginación lo permita! Fiel a mis creencias, recomiendo la naturalidad de unas finas y pequeñas lonchas sin más complicación que la de saber acertar con el obligado vino que ayude en la cata.
Imagino una cena bien surtida con todo el colorido de patés, ensaladas, quesos y rubio pan tradicional cortado en su cesto. El centro, aún vacío, espera al último momento para coronar la mesa. El sonido del corcho al dejar la botella, como el cohete que anuncia el comienzo de unas fiestas, es preludio de amistad y buenos momentos. Un vino dorado recién servido en sus copas. El hechizo del brindis, y justo después, directo desde la cocina, atrapando todas las miradas, un precioso plato ancho y señorial con el impactante rojo pasión de la I.G.P. Cecina de León.
¡Salud!
Nota: Desde Windroseblog agradecemos a Raquel Factor Alonso, de I.G.P. Cecina de León, su colaboración mediante la cesión de información e imágenes para la realización de este Post; y a Jorge Luis Garrido de Ver Para Comer, la fotografía de portada y final.
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