Introducción
Poco a poco va quedando atrás la fiebre por las ginebras exóticas desatada en la última década. Ese aluvión de botellas de 1000 colores distintos y poco más que una imagen publicitaria que vender, va desapareciendo de las estanterías de los supermercados.
Las modas siempre me han parecido un arma de doble filo. Por un lado tienen la fuerza y el poder de dar a conocer un producto, un tema o una idea. Son capaces de llegar a un público muy amplio y hacerlo participe de ese concepto. Por el otro, nuestra sociedad de consumo responde y esa señal llega clara hasta la industria que, de un día para otro, es capaz de exprimir hasta las últimas consecuencias el afán de crear mercado.
La dedicación atemporal, la tradición, las costumbres de generaciones y el trabajo bien hecho pasan su crisis con más o menos dificultad. Pero casi siempre, después de que las aguas se remansen y vuelvan al río, renace lo de siempre, lo auténtico, con el nuevo brillo que la veteranía y la edad saben dar.
La calidad siempre ha tenido un precio.
GIN DE MAHÓN
La práctica en destilar ginebra británica llegó hasta Menorca en el siglo XVIII con el Tratado de Utrecht y la ocupación consiguiente de la Isla por Gran Bretaña. Todo un torrente cultural fue importado y la tradicional bebida aromatizada con enebro fue una de las primeras en hacerse notar.
A partir de este momento histórico, la usanza, el saber hacer y el afán por conservar la pureza de la receta hasta nuestros días trajo su consecuente y merecido premio. Sería en 1997 cuando el Consejo Insular de Menorca otorgaría la Denominación Geográfica «Gin de Menorca» y, posteriormente, en 2010 vendría el título europeo de Indicación Geográfica Protegida.
Para su destilación se usan alambiques de cobre calentados con leña. Está prohibido el uso de aditivos, aromas o extractos. Las bayas de enebro se utilizan en su forma natural y se añaden junto con alcohol y el agua como únicos ingredientes. Tras la elaboración se almacenan en barricas de roble blanco americano, que aporta unas pinceladas de sabor a madera características.
El resultado final es una ginebra pura y artesanal. Incolora, limpia, fina, seca, y con aroma principalmente a enebro. La graduación es alta, entre 38 y 43 % de volumen de alcohol.
Actualidad
Según datos oficiales, en la actualidad solo una única empresa mantiene viva la tradición. Destilerías Xoriguer es una empresa familiar que en los últimos años ha venido manteniendo una producción superior a los 300.000 litros anuales. Este nombre (Xoriguer) se ha convertido en sinónimo de «Gin de Mahón» y «Gin de Menorca».
La peculiar botella verde con su asa a modo de frasca y el icónico molino isleño de la etiqueta es un decano de la industria española que se exporta a los cinco continentes como un fiel reflejo de calidad y tradición.
Desde este blog levantamos nuestra copa de Gin de Mahón para brindar por los alimentos tradicionales españoles, por las personas que generación tras generación mantienen vivas las leyendas que nos definen y sostienen.
¡Salud!
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