D.O. Baena

D.O. Baena – El gran tesoro cordobés

En la provincia de Córdoba, las primeras lomas de la cordillera subbética se visten de líneas de interminables olivos que producen con orgullo el AOVE de la D.O. Baena.

Aromas de nostalgia

Quizás sea por medio de los olores y aromas como conseguimos, más que nunca, traer de nuevo viejas experiencias y recuerdos a nuestra memoria. La sutileza de los vapores sabe dejar su huella en los archivos de nuestros días. Es esa la misma facilidad con que es capaz de volver a retomarlos años después.

La frase «este olor me recuerda…» me ha llenado en ciento de ocasiones los ojos del alma. Toda una cascada de antiguas vivencias atraídas por las fragancias, parecen revivir y estar a nuestro alrededor con la misma frescura e intensidad que cuando sucedieron.

Algo que probamos en unas vacaciones o durante un viaje, el perfume de esa persona tan cercana o simplemente volver a pasear por un mismo lugar. Suficiente para despertar la nostalgia de cosas que ni siquiera creíamos recordar.

Esta mañana, mientras preparaba mi almuerzo, tuve uno de esos potentes momentos en los que parece que de repente, como quien se quita un abrigo, veinte o veinticinco años parecen desvanecerse en el aire. Durante unos segundos he quedado como el niño que fui, jugando y corriendo por las calles de mi pueblo.

Niños corriendo y jugando

Acababa de echar aceite de oliva en la sartén caliente para freír unas patatas. De repente, a través de mi nariz, un precioso recuerdo vino a tocar mis emociones. Como en muchos pueblos de Andalucía, la almazara marcaba un centro de atención cada año durante la cosecha.

En Aracena, mi pueblo, esta se encontraba cerca de casa y crecí jugando por los alrededores. ¡Aún recuerdo ese olor tan intenso del fruto recién recolectado, el alpechín y el interior de la fábrica! Cada año la visitábamos de la mano de nuestros maestros. Sin saberlo, lo llevo bien guardado en las estanterías de la memoria.

El aceite de oliva, para los que hemos crecido cerca de los olivos, es mucho más que el mejor aceite del mundo.

D.O. Baena

Córdoba, como crisol de culturas, ha sabido retener y potenciar los tesoros que durante siglos sus habitantes han ido guardando y perfeccionando.

En el sureste de la provincia, las primeras lomas de la cordillera subbética se visten de líneas de interminables olivos que producen con orgullo el aceite virgen extra de la Denominación de Origen Baena.

Siguiendo la caprichosa ruta del río Guadajoz, los pueblos de Baena, Cabra, Castro del Río, Doña Mencía, Luqué, Nueva Carteya y Zuheros, producen y elaboran un aceite con una identidad propia, de aroma y sabor frutado intenso, con coloraciones desde el amarillo verdoso al dorado que se extraen de las variedades de aceitunas Picuda, Lechín, Jardúo, Pajarero, Hojiblanco y Picual.

La D.O., la más antigua de Andalucía, fue aprobada en 1987 y, desde entonces hasta, hoy una veintena de almazaras están registradas y amparadas bajo el marco del Consejo Regulador que garantiza la máxima calidad de sus aceites y vela por mantener toda la tradición en los procesos, sin renunciar a los avances de nuestros días.

Algunas de sus cifras más espectaculares son las 60.000 hectáreas de olivar y las 5.500 toneladas de aceite virgen extra producidas en las últimas campañas.

Entre el frío y el calor

Una de las formas más originales y aromáticas que conozco para disfrutar de un buen aceite es en los bizcochos. Con ingredientes tan neutros como la harina, los huevos y el azúcar, el resultado de usar un virgen extra deja en la masa (y en la cocina) todo un aroma evocador. Un sabor sencillo e intenso que es un tesoro para guardar en el secreter de nuestra vida.

Pero ahora que va llegando el buen tiempo y las temperaturas aumentan cada siesta, el placer de la comida fría y fácil de preparar, reemplaza a las encantadoras horas de invierno cocinando entre los fogones y la chimenea. Pronto, las fruterías se llenarán con esos tomates de temporada grandes y hermosos suficientes para llenar con uno solo un ancho plato. La receta es conocida por todos: El tomate cortado fino, ajo muy picado, sal, orégano y el mejor AOVE que podamos encontrar. Por supuesto, no puede faltar el mejor pan que podamos encontrar como el Pan de Alfacar, un vino exótico para acompañarlo y unas aceitunas con D.O. para darle a la mesa ese punto tan nuestro.

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